Ceremonias y rituales budistas
I. Rito de tomar refugio
Cuando una
persona decide acoger el budismo y emprender el sendero de la iluminación debe,
por lo general, "tomar refugio", como una manera de expresar su
adhesión a la práctica. Este ritual tiene algunas variaciones según el tipo de
budismo del que se trate o el linaje del mismo. Pero, en general, consiste en
tomar refugio en las tres joyas del budismo: el Buda, el dharma y la sangha,
que traducido al occidental significa el Buda, la enseñanza y la comunidad.
Algunas variantes budistas añaden a las tres joyas el lama, de manera que el
iniciado toma refugio en cuatro instancias.
El acto de
toma de refugio propiamente consiste en una ceremonia en la cual el lama impone
las manos al iniciado y le asigna un nombre en Pali, el cual será su distintivo
en la sangha. A continuación, todo el grupo realiza la Meditación del refugio,
después de la cual el nuevo miembro ya se considera miembro del linaje.
Sin
embargo, la toma de refugio del nuevo miembro de la sangha solo se completará
cuando éste termine las 11,111 repeticiones de las cuatro líneas de la toma del
Refugio y pueda entonces
comenzar su verdadero proceso de transformación.
Si el espacio
y tiempo son limitados, se permitirá una versión simplificada de la ceremonia.
A continuación encontrarán una versión de la ceremonia tomada de Montaña Tambordel Dharma.
Después de que
el preceptor haya hecho una reverencia ante una imagen del Buda y haya asumido
la posición adecuada, los receptores se arrodillan y juntan sus palmas.
El receptor
repite estas líneas de arrepentimiento después del preceptor:
“Ante el
Buda me arrepiento de todo el karma negativo de codicia, aversión, e ilusión
creado en el pasado a través del cuerpo,
el habla y la mente.”
Después de
repetir estas líneas tres veces, el receptor se postra una vez. Luego, el
receptor repite lo siguiente tres veces:
“Yo (dice su nombre), hasta el final de
mi vida, tomo refugio en el Buda, en el Dharma, y en la Sangha.”
El receptor lo
repite tres veces y se postra después de cada vez, luego dice:
Yo (dice su nombre) ya he tomado refugio
en el Buda. Prefiero renunciar a mi vida a tomar refugio en los seres
celestiales y demoníacos.
Yo (dice su nombre) ya he tomado refugio
en el Dharma. Prefiero renunciar a mi vida
Yo (dice su nombre) ya he tomado refugio
en la Sangha. Prefiero renunciar a mi vida a tomar refugio en las comunidades
heréticas.
El receptor lo
repite tres veces y se postra después de cada vez. Luego hace los cuatro
grandes votos:
Yo (dice su nombre) hago el voto de
liberar a todos los seres sensibles.
Yo (dice su nombre) hago el voto de
extinguir todas las aflicciones.
Yo (dice su nombre) hago el voto de
dominar los métodos ilimitados del Dharma.
Yo (dice su nombre) hago el voto de
alcanzar la suprema Budeidad.
El receptor
repite lo dicho anteriormente tres veces y se postra después de cada
repetición. Luego el preceptor puede hablar brevemente de los méritos de
recibir las Tres Joyas y alentar al receptor a practicar el Dharma. Después,
puede repetirse un verso de transferencia del mérito.
Después, puede repetirse un verso de transferencia del mérito.
Parece que esta es una de las ceremonias más
espirituales y especiales tanto para los budista como para los practicantes de
yoga. Pero, de nuevo confiando en los amigos, recientemente uno de ellos
mencionó que la ceremonia si es muy especial que en el lenguaje de un budista
no hay espacio para el arrepentimiento. Tal vez, deba buscar nuevas versiones.
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